Observaciones y reflexiones
Observaciones y reflexiones de mi primer dÃa de blog
Inauguro hoy este medio de comunicación más tarde de lo que me hubiera gustado pero con la esperanza de poder utilizarlo con la asiduidad necesaria para los fines con los que lo he incorporado a este espacio virtual.
Este blog, esta bitácora, en definitiva, estas lÃneas que empiezo a escribir sin grandes pretensiones, me gustarÃa que me ayudasen a conseguir fundamentalmente tres objetivos. El primero de ellos, poner de manifiesto algunos de mis puntos de vista sobre la realidad que me ha tocado vivir, tanto desde una perspectiva profesional como personal. El segundo, invitaros a los que me leáis a un “ratito†de reflexión sobre aquellos asuntos que han despertado mi interés y sobre los que considero que un ejercicio de análisis sobre ellos merece la pena. Y por último, el tercero, ayudaros a pensar sobre la manera en que cada uno de nosotros puede mejorar como profesional, como ciudadano y, sobre todo, como persona.
Asà pues, bienvenido y salud querido lector a este también tu espacio. Y, por supuesto, muchas gracias por conceder a estas lÃneas unos minutos de tu valioso tiempo.
¿Te has parado a pensar, en alguna ocasión, sobre estas dos conductas tan humanas que acabo de realizar: el saludo y el agradecimiento?. Ambas, aunque siempre deseables y siempre esperadas de los demás hacia nosotros, no se dan tan frecuentemente como a primera vista parece. Te invito a que lo observes y a que te observes en relación a ellas.
En mis paseos y traslados por las dependencias de los cuatro campus de nuestra universidad he observado como existen personas que realizan tareas y tienen oficios que las hacen invisibles. Personas que realizan una actividad como los demás pero que parecen no existir ya que pocos son los que al cruzarse con ellas les hacen caer en su propia existencia a través del saludo. Me refiero a los/as conserjes y auxiliares, los guardas de seguridad, los limpiadores/as, el personal de mantenimiento, y en ocasiones aunque menos a las personas y profesionales que nos atienden en las cafeterÃas, en la reprografÃa, en la librerÃa, en la administración, o en la biblioteca.
Seguramente esta situación también se produce en otros muchos centros de trabajo en donde también se hace invisible a muchas personas debido a la actividad a la que se dedican. ¿Es esto adecuado?, ¿te parece positivo?, ¿es motivador, equitativo?, y por último, ¿podemos considerarla una conducta “humanaâ€?. Desde aquà os invito a reflexionar sobre esta cuestión, a observarla, a valorarla y a ver si cada uno de nosotros con un “buenos dÃas†o un “hasta luego†conseguimos allá por donde vamos hacerles más visibles y de esta manera agradecerles los servicios que nos prestan, aumentar su nivel de motivación y su satisfacción personal. Seguramente, si lo hacemos, mejoraremos nosotros, mejoraran ellos y haremos de nuestro mundo un lugar más agradable para habitar.
Por cierto, para mejor ocasión dejaré otra invitación para que reflexionemos sobre esa otra situación que también se nos da con más frecuencia de la deseada en el entorno urbano, la de cruzarnos con otra persona y obtener de ella a cambio de nuestro saludo su silencio.
Sobre la segunda conducta, la del agradecimiento, muchas son las cosas sobre las que podemos reflexionar. ¿Agradecemos por cortesÃa, por buena educación, por formalidad o para expresar un verdadero sentimiento?. En este último caso, ¿somos capaces de poder sentirlo y, además de ello, de expresarlo?. ¿Agradecemos lo que se nos da y a quién nos lo da?. ¿Nos comportamos generosa o cicateramente con quienes nos regalan algo?
Algunos estudios han puesto de manifiesto que las personas más agradecidas son las más felices. En una lÃnea parecida pero miles de años más atrás, Cicerón manifestaba que “la gratitud no es sólo la más grande de las virtudes sino la que engendra todas las demásâ€.
La gratitud en nosotros proviene de haber tenido experiencias gratas en nuestras vidas, de que alguien, nuestros padres, abuelos, maestros, etc., nos hayan cuidado, querido, sin manipulaciones, y de esta forma, ayudado a desarrollar la gratitud. Desde este punto de vista, según Francesc Sainz, psicoanalista y profesor de PsicologÃa en la Universidad de Barcelona, la gratitud consiste en reconocer que algo te hace falta y que otra persona está en disposición de ayudarte a conseguirlo. Por desgracia, como podemos apreciar a nuestro alrededor, no todas las personas han podido desarrollarlo y tienen este sentimiento.
Reconocer que algo nos falta y que otros pueden proporcionárnoslo es reconocer nuestra debilidad y nuestra dependencia. Este reconocimiento hoy no es frecuente, no está de moda en nuestra neurótica sociedad. En cambio, quienes son capaces de sentirlo son paradójicamente más seguros, menos narcisistas, y por supuesto, más agradecidos.
Son muchas las personas con las que la vida me ha obsequiado y son también muchos los regalos, no caben en estos pocos párrafos, los que estas personas me han dado. A destacar entre todos mis familiares, sobre todos ellos, mi padre, mi madre y mi hijo, mis amigos, mis maestros y profesores, mis colaboradores, mis estudiantes, y un largo etcétera de personas que se cruzaron en mi camino y que me nutrieron con su generosidad.
Muchas gracias a todos ellos por sus enseñanzas y por sus ejemplos. Gracias a todos soy lo que soy y soy como soy. Y para no olvidarme de nadie en este agradecimiento me uno al maravilloso canto de la tempranamente desaparecida compositora y cantante chilena Violeta Parra en su “Gracias a la vida que me ha dado tantoâ€.
Nos encontramos otro dÃa. Gracias. AlegrÃa y salud para todos,
JJLHA